🧎♂️ Hay quienes lloran en un altar, pero vuelven a casa con el mismo vacío porque no bebieron del agua viva, sino solo de un momento emocional.
En muchos servicios, el ambiente es tan fuerte que las emociones brotan con facilidad. Se escuchan lágrimas, gritos, manos levantadas… pero tristemente, no todo lo que parece ser una “llenura” lo es.
Jesús no vino solo a emocionar al hombre. Él vino a transformarlo desde las raíces más profundas.
La mujer samaritana en Juan 4 tuvo un encuentro con el Cristo vivo. No lloró por emoción, sino por revelación. No se conmovió por una canción, sino por una verdad que la confrontó y la redimió al mismo tiempo.
Muchos hoy asisten a la iglesia esperando “sentir algo”, como quien busca un alivio momentáneo. Pero Jesús no ofrece un calmante emocional.
Él ofrece agua viva, la que no solo te hace llorar, sino que te hace nacer de nuevo.
✨ ¿Qué pasa cuando solo hay emoción?
- Lloras… pero sigues atado.
- Te conmueves… pero no cambias.
- Gritas… pero no obedeces.
- Caes al suelo… pero no te levantas renovado.
No se trata de cuánto lloras, sino de cuánto dejas que el Espíritu transforme tu interior.
📖 Jesús dijo:…el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás.” (Juan 4:14)
Ese es el propósito de Dios: saciar tu alma, no entretener tus emociones.
Hoy puedes elegir:
¿Quieres un culto emocionante o una vida transformada?
¿Quieres lágrimas momentáneas o una fuente que salte para vida eterna?
Jesús no está buscando más personas con emociones fuertes,
está buscando corazones rendidos que quieran ser llenos de verdad.
🔥 Que no sea solo un momento en el altar…Que sea el inicio de una vida completamente nueva en Cristo.